🕊️ Un Encuentro con Jesús… que Judas Dejó Pasar

En Mateo 26:17, Jesús se reunió con sus discípulos para celebrar la Pascua.
Aquella noche tan significativa, entre ellos estaba Judas Iscariote, quien estaba a punto de tomar la peor decisión de su vida.
Durante la cena, Jesús, sabiendo lo que venía, dijo con profunda tristeza:
“De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar.”
Los discípulos se entristecieron profundamente… y entre la confusión, Judas, intentando encubrir su intención, preguntó:
“¿Soy yo, Maestro?”
Jesús le respondió: “Tú lo has dicho.”
💔 Misericordia hasta el último momento
A pesar de todo, Jesús compartió el pan con Judas.
Le dio la oportunidad de arrepentirse.
Le mostró misericordia hasta el final.
Más tarde, en el jardín del Getsemaní, cuando fue arrestado, Judas se acercó con un beso, y Jesús le dijo:
“Amigo, ¿a qué vienes?”
📌 ¿No es impactante? Aún entonces, Jesús lo llamó “amigo”, recordándole lo cerca que había estado… y el amor que había recibido.
💭 Reflexión para hoy
- ¿Cómo pudo Judas, tras ver milagros, caminar con Jesús, oír su voz… no ser transformado?
- ¿Cómo no recapacitó al oír que moriría?
- ¿Cómo pudo ignorar esa última palabra: “Amigo”?
Estar cerca de Jesús no es lo mismo que conocerlo.
Muchos han vivido momentos hermosos, han sentido su presencia, han visto su mano obrar…
pero nunca han rendido su corazón por completo.
✝️ ¿Y tú?
La historia de Judas nos muestra que no basta con creer que Dios existe.
Es necesario rendirle el corazón, entregarse por completo, aceptar su gracia.
No cambies lo eterno por lo temporal.
No cambies a Jesús por un puñado de monedas de este mundo.
Hoy tenés vida… pero el reloj corre.
🕯️ Aún Jesús te llama: “Amigo…”
🙏 ¿Querés entregar tu vida a Jesús?
💬 Orá con fe esta sencilla oración:
Jesús, creo que eres el Hijo de Dios.
Moriste por mí para perdonar mis pecados.
He vivido a mi manera, pero hoy me arrepiento.
Te entrego mi corazón y te acepto como mi Salvador.
Ven a mi vida y transformá mi ser por el poder del Espíritu Santo.
Amén.
🙌 Si oraste con fe, hoy sos hijo de Dios.
Y si un día partís de este mundo, Cristo te recibirá en sus brazos.